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Lunes después del Corpus

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Lunes después del Corpus LA EUCARISTÍA PRESERVA AL HOMBRE DE LOS PECADOS FUTUROS        Éste es el pan que desciende del cielo; para que el que comiere de él no muera (Juan 6, 50.)      E1 pecado es cierta muerte espiritual del alma. Por lo tanto, alguno es preservado del pecado futuro como lo es el cuerpo de la muerte futura; lo cual se verifica de dos modos:      1º, en cuanto la naturaleza del hombre se robustece interiormente contra los factores internos de corrupción, y de este modo es preservado de la muerte por la comida y por la medicina;      2º, porque se defiende de los ataques exteriores, y así es preservado por las armas de que está provisto su cuerpo.      De uno y otro modo preserva del pecado este sacramento:          1º) Por el mismo hecho de que una a Cristo por la gracia, y ésta robustezca la vida espiritual del hombre, como un manjar y medicina espiritual, s...

Domingo después del Corpus

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Domingo después del Corpus LOS PECADOS VENIALES NO IMPIDEN EL EFECTO DE ESTE SACRAMENTO      I. San Agustín, comentando las palabras de Juan 5, 50-52: Si uno come de este pan, etc., dice: Comed espiritualmente el pan celeste, aportad inocencia al altar, que vuestros pecados, aunque sean cotidianos, no sean mortíferos. De donde se deduce que los pecados cotidianos, que se llaman pecados veniales, no impiden el alimento espiritual. Pero los que se alimentan espiritualmente reciben el efecto de este sacramento. Luego los pecados veniales no impiden el efecto de este sacramento.      II. Este sacramento no posee menos virtud que el bautismo. Pero el efecto del bautismo solamente es impedido por la ficción, en cuya categoría no están los pecados veniales, porque, como se dice en Sabiduría 1, 5: El Espíritu Santo, que nos educa, huye de la doblez , el cual, sin embargo, no huye con los pecados veniales. Luego tampoco los pecados veniales impiden el efecto de es...

Sábado después del Corpus

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Sábado después del Corpus EFECTO DE LA EUCARISTÍA ES LA CONSECUCIÓN DE LA GLORIA      Si alguno comiere de este pan, vivirá eternamente (Juan 6, 52).      En este sacramento podemos considerar aquello que obra el efecto, o sea, el mismo Cristo en él contenido y su pasión en él representada, y aquello por lo cual tiene efecto, a saber, el uso del sacramento y sus especies. En cuanto a ambos extremos puede afirmarse que este sacramento  causa la consecución de la vida eterna.      En efecto: el mismo Cristo por medio de su pasión nos abrió la entrada a la vida eterna , como se dice en la carta a los Hebreos, 9, 15: Es mediador de un nuevo Testamento para que, interviniendo la muerte, reciban la promesa de la herencia eterna los que han sido llamados.      Del mismo modo, la refección del manjar espiritual y la unidad significada por las especies del pan y del vino tienen lugar, ciertamente, en la vida presente, pero de man...

Viernes después del Corpus

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Viernes después del Corpus QUÉ GRACIA CONFIERE LA EUCARISTÍA           1º) El sacramento de la Eucaristía tiene por sí mismo la virtud de conferir la gracia, y nadie tiene la gracia antes de recibirlo, a no ser por algún deseo, ya expresado por sí mismo, como los adultos, ya por la Iglesia, como los niños 50 . Por lo cual, debido a la eficacia de la virtud del mismo, resulta que también por el deseo de este sacramento alguno consigue la gracia que lo vivifica espiritualmente. Sucede, además, que cuando se recibe realmente este sacramento se aumenta la gracia y se perfecciona la vida espiritual, pero de modo distinto que con el sacramento de la Confirmación, en el que se aumenta y perfecciona la gracia para resistir a los ataques exteriores de los enemigos de Cristo, pues por la Eucaristía se aumenta la gracia y se perfecciona la vida espiritual, para que el hombre sea perfecto en  sí mismo por su unión a Dios.      50 Para aclarar este ...

Jueves después de la Santísima Trinidad

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Jueves después de la Santísima Trinidad EL SANTÍSIMO CUERPO Y SANGRE DE CRISTO      El pan que yo daré, es mi carne por la vida del mundo (Juan 6, 52).      El efecto de este sacramento debe ser considerado:     1º) Por lo que en el sacramento se contiene, que es Cristo, quien, viniendo visiblemente al mundo le confirió la vida de la gracia, del mismo modo que viniendo al hombre sacramentalmente, obra la vida de la gracia, como dice el Evangelista: El que me come, él mismo vivirá por mí (Juan 6, 58). Por eso comenta San Cirilo: "El Verbo vivificante de Dios, uniéndose a su propia carne, la hizo vivificante. Pues convenía que se uniese de algún modo a nuestros cuerpos por su carne sagrada y su sangre preciosa, que recibimos en el pan y en el vino como bendición vivificante."      2º) Por lo que en él se representa, esto es, la Pasión de Cristo, y en consecuencia, este sacramento obra en el hombre el mismo efecto que la Pasión...

Miércoles después de la Santísima Trinidad

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El Joven rico Miércoles después de la Santísima Trinidad PECADO CONTRA EL PADRE, CONTRA EL HIJO Y CONTRA EL ESPÍRITU SANTO           I. Pecar contra el Padre es pecado de debilidad. Pecar contra el Hijo es pecado de ignorancia. Pecar contra el Espíritu Santo es pecado de malicia. En otros términos, se peca contra el Padre no tributándole lo que le es debido por razón de su poder; contra el Hijo, cuando se desprecia su sabiduría, que es su atributo; contra el Espíritu Santo cuando se ofende su bondad, que es su atributo.      El pecado se comete de tres modos: por ignorancia, por pasión y por libre decisión. Por ignorancia, cuando se desconoce aquello cuyo conocimiento hubiese impedido el pecado, por lo cual la ignorancia es la causa en este caso. Es el pecado contra el Hijo. Por pasión, cuando ésta obscurece el juicio de la razón. Y esto es propiamente pecar por debilidad y contra el Padre. Por libre decisión cuando el hombre, después de deli...

Martes después de la Santísima Trinidad

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Martes después de la Santísima Trinidad EL AMOR Y CULTO DE LATRIA DEBIDOS A DIOS, SOBERANO E INFINITAMENTE BUENO      I. Amemos nosotros a Dios, porque Dios nos amó primero (1 Juan 4, 19). Debemos amar a Dios de tres maneras:           1º) Que llenemos todo nuestro corazón con su amor. Amarás al Señor Dios tuyo con todo tu corazón (Deuteronomio 6, 5).      2º) Que no amemos cosa alguna sino por él.      San Agustín dice: "Menos te ama quien contigo ama alguna cosa a la que no ama por ti."      3º) Que ninguna adversidad nos aparte de su caridad. ¿Quién nos separará del amor de Cristo? (Romanos 8, 35).      Debemos amar mucho a Cristo por tres motivos:      Por su bondad. San Bernardo comenta: "La causa de amar a Dios es Dios mismo. Su bondad es tan grande que, aun cuando no nos hubiese hecho ningún bien ni lo hubiere de hacer, deberíamos sin embargo amarlo siempre....