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Mostrando entradas de junio, 2025

Sábado posterior al II domingo después de Pentecostés

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Sábado posterior al II domingo después de Pentecostés EL INMACULADO CORAZÓN DE LA VIRGEN MARÍA      I. La Bienaventurada Virgen María fue purísima. Pues era necesario que la Madre de Dios brillase por una máxima pureza. Ninguna cosa es receptáculo de Dios, si no está limpia, según aquello de David: A tu casa conviene santidad, Señor (Psal., XCII, 5.) (1ª 2ae, q. LXXXI, a. 5, ad 3eum)      La Bienaventurada Virgen no mereció la encarnación sino suponiendo que ella debía realizarse. Y así mereció que se verificase por ella, no ciertamente de condigno, sino por conveniencia; en cuanto que era conveniente que la Madre de Dios resplandeciese con tal pureza que no pudiera concebirse ninguna más grande después de la pureza divina, como dice San Anselmo. (3. Dist., 4, a. 4)           II. La Bienaventurada Virgen hizo voto de virginidad.           Ciertamente, las obras de perfección son más loables cuand...

II Sábado después del Corpus

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II Sábado después del Corpus APARICIÓN DEL ESPÍRITU SANTO EN FIGURA DE PALOMA             Vi el Espíritu que descendía del cielo como paloma (Juan 1, 32).      ¿Por qué el Espíritu Santo apareció en figura de paloma más bien que en la de otra especie? Para simbolizar las cualidades de los bautizados:      1º) Por la sencillez de la paloma; porque la paloma es sencilla. Sed, pues, prudentes como serpientes, y sencillos como palomas (Mateo 10, 16). Mas porque el Espíritu Santo nos hace contemplar al que es uno, es decir, a Dios, nos hace sencillos; por esto aparece en figura de paloma. A la verdad, dice San Agustín, apareció también en figura de fuego sobre los apóstoles reunidos, porgue hay algunos que son sencillos, pero tibios; otros son fervorosos, pero maliciosos. Para que los bautizados por el Espíritu Santo abandonen todo dolo, el Espíritu Santo aparece en figura de paloma; y para que su sencillez no se entibie c...

Viernes posterior al II domingo después de Pentecostés

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Viernes posterior al II domingo después de Pentecostés EL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS      Mi corazón se ha hecho como cera que se derrite en medio de mi vientre (Salmo 21, 15.)      El derretimiento pertenece al amor. Mi alma se derritió (Cantares 5, 6). Antes que un cuerpo se derrita, es duro y compacto en sí mismo; al derretirse, se esparce y de sí tiende a otra cosa. También a veces se endurece el temor, cuando no es grande, y así ocurre con el amor; pues cuando sobreviene  el amor el hombre tiende a otra cosa que antes estaba en él. Este derretimiento puede entenderse de Cristo en cuanto es cabeza de la Iglesia; porque este derretirse procede del Espíritu Santo, y está en el fondo de las entrañas, es decir, del corazón.      Por el corazón de Cristo puede entenderse también la sagrada Escritura, la cual nos revela el Corazón de Cristo.      Todo esto estaba cerrado antes de la Pasión, porque era obscuro, pero llegó a s...

Viernes después del Corpus

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Viernes después del Corpus EL AMOR DE CRISTO            Habiendo amado a los suyos que estaban en el mundo, los amó hasta el fin (Juan 13, 1).      Por estas palabras se recomienda el profundo amor de Cristo, y esto por cuatro cosas.      I. Fue preveniente, según aquello de San Juan:      No que nosotros hayamos amado a Dios, sino que él nos amó primero a nosotros (1 Juan 4, 10.) Y explicando esto, dice: Habiendo amado a los suyos , como indicando que los amó antes. Nos amó, es decir, antes de crearnos, pues, como dice la Sabiduría: Amas todas las cosas que son (Sabiduría 11, 25). Nos amó antes de llamarnos. Con amor perpetuo te amé; por eso te atraje, teniendo misericordia (Jeremías 31, 3). Nos amó antes de redimirnos.      II. Fue su amor adecuado, porque amó a los suyos:      Se es suyo de diversas maneras; según esto son amados por Dios de diferentes modos. Se es suyo de tres ...

Jueves después del Corpus

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Jueves después del Corpus USO DE LA EUCARISTÍA      I. La Eucaristía debe recibirse frecuentemente.      Los efectos de este sacramento son análogos a los de la nutrición  corporal. De continuo se verifica un desperdicio del humor natural por la  acción del calor y el trabajo; y es necesario tomar frecuentemente alimento  corporal para reparar lo perdido, de modo que el desgaste continuo no  produzca la muerte.      Así, por la concupiscencia original y la ocupación en cosas exteriores,  se verifica un desgaste de devoción y de fervor, con los que el hombre se  recoge en Dios. Por consiguiente, es necesario reponer muchas veces lo  perdido, para que el hombre no se aleje totalmente de Dios.      II. ¿Es necesario comulgar diariamente?      En este sacramento dos cosas se requieren por parte del que le recibe;  el deseo de unirse a Cristo, lo cual realiza el amor, y la rever...

Miércoles después del Corpus

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Miércoles después del Corpus LA EUCARISTÍA PERDONA LOS PECADOS VENIALES      En este sacramento pueden considerarse dos cosas: el sacramento  mismo y la cosa del sacramento. Y de una y otra resulta que este sacramento  tiene virtud para perdonar los pecados veniales.      Porque este sacramento se torna bajo la especie de manjar nutritivo; y  la nutrición del manjar es necesaria al cuerpo para reparar lo que diariamente  pierde por la acción del calor natural. Bajo el concepto espiritual hay en  nosotros una pérdida diaria, que resulta del calor de la concupiscencia por  medio de los pecados veniales, que disminuyen el fervor de la caridad. Y así,  compete a este sacramento perdonar los pecados veniales; por lo cual dice  San Ambrosio que "este pan cotidiano se torna para remedio de la debilidad  cotidiana" 55 .      La cosa, sin embargo, de este sacramento es la caridad (no sólo en  cuanto al...

Martes después del Corpus

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Martes después del Corpus POR LA EUCARISTÍA SE PERDONA LA PENA DEL PECADO       El sacramento de la Eucaristía es a la vez sacrificio y sacramento; es sacrificio en cuanto es ofrecido, y sacramento en cuanto se recibe. Y por esto el efecto como sacramento se produce en el que lo consume, y como sacrificio en el que lo ofrece o en aquéllos por quienes se ofrece.      Si, pues, se considera como sacramento, tiene dos clases de efectos:           1º, directamente por virtud del sacramento;           2º, como por cierta concomitancia.      Por virtud del sacramento tiene directamente aquel efecto para el que ha sido instituido; y no lo ha sido para satisfacer, sino para alimentar espiritualmente  por la unión a Cristo y a sus miembros, como también el nutrimiento se une al que se nutre. Pero como esta unión se verifica por la caridad, por cuyo fervor uno consigue el perdón, no sólo ...

Lunes después del Corpus

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Lunes después del Corpus LA EUCARISTÍA PRESERVA AL HOMBRE DE LOS PECADOS FUTUROS        Éste es el pan que desciende del cielo; para que el que comiere de él no muera (Juan 6, 50.)      E1 pecado es cierta muerte espiritual del alma. Por lo tanto, alguno es preservado del pecado futuro como lo es el cuerpo de la muerte futura; lo cual se verifica de dos modos:      1º, en cuanto la naturaleza del hombre se robustece interiormente contra los factores internos de corrupción, y de este modo es preservado de la muerte por la comida y por la medicina;      2º, porque se defiende de los ataques exteriores, y así es preservado por las armas de que está provisto su cuerpo.      De uno y otro modo preserva del pecado este sacramento:          1º) Por el mismo hecho de que una a Cristo por la gracia, y ésta robustezca la vida espiritual del hombre, como un manjar y medicina espiritual, s...

Domingo después del Corpus

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Domingo después del Corpus LOS PECADOS VENIALES NO IMPIDEN EL EFECTO DE ESTE SACRAMENTO      I. San Agustín, comentando las palabras de Juan 5, 50-52: Si uno come de este pan, etc., dice: Comed espiritualmente el pan celeste, aportad inocencia al altar, que vuestros pecados, aunque sean cotidianos, no sean mortíferos. De donde se deduce que los pecados cotidianos, que se llaman pecados veniales, no impiden el alimento espiritual. Pero los que se alimentan espiritualmente reciben el efecto de este sacramento. Luego los pecados veniales no impiden el efecto de este sacramento.      II. Este sacramento no posee menos virtud que el bautismo. Pero el efecto del bautismo solamente es impedido por la ficción, en cuya categoría no están los pecados veniales, porque, como se dice en Sabiduría 1, 5: El Espíritu Santo, que nos educa, huye de la doblez , el cual, sin embargo, no huye con los pecados veniales. Luego tampoco los pecados veniales impiden el efecto de es...

Sábado después del Corpus

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Sábado después del Corpus EFECTO DE LA EUCARISTÍA ES LA CONSECUCIÓN DE LA GLORIA      Si alguno comiere de este pan, vivirá eternamente (Juan 6, 52).      En este sacramento podemos considerar aquello que obra el efecto, o sea, el mismo Cristo en él contenido y su pasión en él representada, y aquello por lo cual tiene efecto, a saber, el uso del sacramento y sus especies. En cuanto a ambos extremos puede afirmarse que este sacramento  causa la consecución de la vida eterna.      En efecto: el mismo Cristo por medio de su pasión nos abrió la entrada a la vida eterna , como se dice en la carta a los Hebreos, 9, 15: Es mediador de un nuevo Testamento para que, interviniendo la muerte, reciban la promesa de la herencia eterna los que han sido llamados.      Del mismo modo, la refección del manjar espiritual y la unidad significada por las especies del pan y del vino tienen lugar, ciertamente, en la vida presente, pero de man...

Viernes después del Corpus

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Viernes después del Corpus QUÉ GRACIA CONFIERE LA EUCARISTÍA           1º) El sacramento de la Eucaristía tiene por sí mismo la virtud de conferir la gracia, y nadie tiene la gracia antes de recibirlo, a no ser por algún deseo, ya expresado por sí mismo, como los adultos, ya por la Iglesia, como los niños 50 . Por lo cual, debido a la eficacia de la virtud del mismo, resulta que también por el deseo de este sacramento alguno consigue la gracia que lo vivifica espiritualmente. Sucede, además, que cuando se recibe realmente este sacramento se aumenta la gracia y se perfecciona la vida espiritual, pero de modo distinto que con el sacramento de la Confirmación, en el que se aumenta y perfecciona la gracia para resistir a los ataques exteriores de los enemigos de Cristo, pues por la Eucaristía se aumenta la gracia y se perfecciona la vida espiritual, para que el hombre sea perfecto en  sí mismo por su unión a Dios.      50 Para aclarar este ...

Jueves después de la Santísima Trinidad

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Jueves después de la Santísima Trinidad EL SANTÍSIMO CUERPO Y SANGRE DE CRISTO      El pan que yo daré, es mi carne por la vida del mundo (Juan 6, 52).      El efecto de este sacramento debe ser considerado:     1º) Por lo que en el sacramento se contiene, que es Cristo, quien, viniendo visiblemente al mundo le confirió la vida de la gracia, del mismo modo que viniendo al hombre sacramentalmente, obra la vida de la gracia, como dice el Evangelista: El que me come, él mismo vivirá por mí (Juan 6, 58). Por eso comenta San Cirilo: "El Verbo vivificante de Dios, uniéndose a su propia carne, la hizo vivificante. Pues convenía que se uniese de algún modo a nuestros cuerpos por su carne sagrada y su sangre preciosa, que recibimos en el pan y en el vino como bendición vivificante."      2º) Por lo que en él se representa, esto es, la Pasión de Cristo, y en consecuencia, este sacramento obra en el hombre el mismo efecto que la Pasión...

Miércoles después de la Santísima Trinidad

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El Joven rico Miércoles después de la Santísima Trinidad PECADO CONTRA EL PADRE, CONTRA EL HIJO Y CONTRA EL ESPÍRITU SANTO           I. Pecar contra el Padre es pecado de debilidad. Pecar contra el Hijo es pecado de ignorancia. Pecar contra el Espíritu Santo es pecado de malicia. En otros términos, se peca contra el Padre no tributándole lo que le es debido por razón de su poder; contra el Hijo, cuando se desprecia su sabiduría, que es su atributo; contra el Espíritu Santo cuando se ofende su bondad, que es su atributo.      El pecado se comete de tres modos: por ignorancia, por pasión y por libre decisión. Por ignorancia, cuando se desconoce aquello cuyo conocimiento hubiese impedido el pecado, por lo cual la ignorancia es la causa en este caso. Es el pecado contra el Hijo. Por pasión, cuando ésta obscurece el juicio de la razón. Y esto es propiamente pecar por debilidad y contra el Padre. Por libre decisión cuando el hombre, después de deli...

Martes después de la Santísima Trinidad

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Martes después de la Santísima Trinidad EL AMOR Y CULTO DE LATRIA DEBIDOS A DIOS, SOBERANO E INFINITAMENTE BUENO      I. Amemos nosotros a Dios, porque Dios nos amó primero (1 Juan 4, 19). Debemos amar a Dios de tres maneras:           1º) Que llenemos todo nuestro corazón con su amor. Amarás al Señor Dios tuyo con todo tu corazón (Deuteronomio 6, 5).      2º) Que no amemos cosa alguna sino por él.      San Agustín dice: "Menos te ama quien contigo ama alguna cosa a la que no ama por ti."      3º) Que ninguna adversidad nos aparte de su caridad. ¿Quién nos separará del amor de Cristo? (Romanos 8, 35).      Debemos amar mucho a Cristo por tres motivos:      Por su bondad. San Bernardo comenta: "La causa de amar a Dios es Dios mismo. Su bondad es tan grande que, aun cuando no nos hubiese hecho ningún bien ni lo hubiere de hacer, deberíamos sin embargo amarlo siempre....

Lunes después de la Santísima Trinidad

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Lunes después de la Santísima Trinidad LA IMAGEN DE DIOS EN EL HOMBRE      1. Crió Dios al hombre a su imagen (Genesis 1, 27).           El hombre es en gran manera semejante a Dios en cuanto que la naturaleza intelectual puede imitar mucho a Dios. Pero en lo que más imita a Dios la naturaleza intelectual es en que Dios se conoce y se ama a sí mismo. Por consiguiente podemos considerar desde tres aspectos la imagen de Dios en el hombre:      Uno, en la aptitud natural que el hombre tiene para conocer y amar a Dios; y esta aptitud reside en la misma naturaleza del espíritu, que es común a todos los hombres.      Otro, en que el hombre conoce actual o habitualmente a Dios y lo ama, aunque de un modo imperfecto, y esta imagen surge de la conformidad que da la gracia.      Tercero, en que el hombre conoce a Dios en acto y le ama perfectamente; y ésta es la imagen según la semejanza que da la gloria. ...

Domingo después de Pentecostés

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Domingo después de Pentecostés LA SANTÍSIMA TRINIDAD      Venida de la Trinidad al alma.      No solamente el Hijo, sino también el Padre y el Espíritu Santo vienen  por la gracia al alma humana y habitan en ella, según aquello de San Juan:  Vendremos a él, y haremos morada en él (Juan 14, 23).      El Padre viene por su poder, confortándonos. El que da fuerza al cansado   (Isaías 40, 29), a lo que añade la Glosa; "fuerza de creer y de obrar".      El Hijo viene por su sabiduría, iluminándonos, porque es luz verdadera  que alumbra a todo hombre (Juan 1, 9).      El Espíritu Santo viene por su bondad, inflamándonos en su amor.      El Espíritu Santo derrama en nosotros su bondad inflamándonos en su  amor; porque el amor de Dios es la fuente de todo bien . Él se nos comunica  de una manera soberana. Pero está lleno de suavidad en nosotros, cuando  nos alegra con ...